Junto a docentes de distintas escuelas de la región se realizo una capacitación sobre "Metalurgia y Tratamientos Térmicos" , "Conformado Plástico" y "Preparación Metalográfica".
participantes: Daniel, Juan, Héctor
La jornada arranca el día previo a la capacitación, cuando con Juan y Daniel quedamos en seleccionar las muestras y los elementos que íbamos a llevar para que los docentes puedan ver con sus propios ojos lo que se explicaría de forma teórica.
Una vez acomodado todo lo que íbamos a llevar, quedamos con Juan que me pasaría a buscar por casa con su auto a las 4:30 para ir a lo de Daniel.
Daniel vive en Gómez, un pueblito que queda a las afueras de La Plata pero que depende del partido de Brandsen. Juan y yo llegamos allí alrededor de las 6, saludamos a Daniel y a sus perros, nos cambiamos de auto y arrancamos. La idea era llegar a las 8 a la escuela.
En el camino, mientras veíamos como salía el sol y nos tomábamos unos mates, Daniel me contaba que él es originario de Bragado, un pueblo muy cercano a Saladillo, y que era por eso que conocía tan bien la ruta que había que tomar. Mientras con Daniel charlábamos y tomábamos mate, Juan dormía en el asiento de atrás. Había trasnochado un poco y tenía que descansar para poder dar bien la capacitación sobre microscopía.
para poder llegar a la escuela debíamos doblar en la tercera rotonda de la ruta a la izquierda, hacer una serie de maniobras en las calles internas y llegar. La escuela no estaba a mas de 10 cuadras de la ruta, ya que al igual que muchos pueblos había crecido desde la ruta hacia adentro. Recuerdo que lo primero que me llamo la atención cuando llegamos fue la cantidad de bicicletas estacionadas en la vereda de la escuela y como eso contrastaba con el paisaje de La Plata. También me asombro lo acertado que estuvo Daniel con la predicción del horario de llegada, hablaba en serio cuando decía que conocía esa ruta.
La escuela tenia su magia, como todas las escuelas. Un gran patio central, rodeado por dos pisos de galerías y un hall central es lo primero que uno veía. Lo segundo era una pared llena de placas de agradecimiento, colgadas allí por promociones anteriores.
Al entrar en la sala de profesores nos encontramos con un grupo de docentes que nos estaban esperando. Tuvimos que esperar un rato a que lleguen todos, pero era lógico, estaban viniendo docentes de todos los pueblos cercanos.
Una vez que nos acomodamos en ronda procedimos a presentarnos. el grupo estaba compuesto por 23 personas de distintas especialidades (química, mecánica, electromecánica, arquitectura, maestro mayor de obra) entre las que solo 1 era mujer.
Durante la ronda de presentación surgieron muchas sensaciones y experiencias compartidas. Las ansias de conocer sobre materiales, de poder utilizar viejos equipos que habían quedado en el olvido a causa de la falta de transmisión de conocimiento de viejos docentes y la falta de perspectiva en el sistema educativo de los colegios técnicos o industriales que se veía reflejada en eso.
El grupo comenzó manejándose con mucha formalidad en el espacio, pero poco a poco fueron pudiendo relajarse. Ansias, sueños, adormecido, compromiso, interés y atención, “sacar el jugo” y “la próxima vez” fueron las palabras que fueron saliendo a lo largo de la jornada para poder explicar la experiencia que se estaba viviendo.
Uno de los docentes más jóvenes, el arquitecto, también nos contaba sobre la importancia de que la arquitectura también conozca sobre materiales. Nos citaba el ejemplo del Museo de Pompidou, un edificio diseñado en acero para tener belleza estética, pero no se pensó en el mantenimiento que iba a necesitar ni las condiciones de trabajo a las que iba a ser sometido. Es entonces que por falta de un “Saber Cotidiano” ese edificio está por demolerse.
Tomando esto, Juan hablo de la necesidad del estado de tener una articulación fuerte tanto con la universidad y los colegios técnicos, como estos entre sí. Ya que si el estado quiere plantear una reconstrucción de la industria nacional es necesario que los espacios de formación de trabajadores de la industria estén a disposición de alcanzar el mismo fin.
Continuando con la charla, y entre dudas y aclaraciones, un docente se nos acerca a Daniel y a mi para contarnos sobre la evolución pedagógica que tuvo Juan en el último año sobre la forma de bajar los conceptos teóricos a lo concreto. Al parecer no era la primera vez que se encontraban.
Cuando la parte teórica termino, pasamos a la cuestión mas practica de la cosa. Esto revitalizo un poco la actividad, ya que veníamos todos un poco cansados de muchas horas de teoría sumadas al viaje que cada uno tuvo que hacer. En ese momento uno de los docentes de esa escuela saco un muestrario que un antiguo profesor había armado con los estudiantes. Además, también habían armado días antes un dispositivo de lijado, que, si bien no era el diseño mas correcto, demostraba las ganas y el compromiso para con la capacitación.
Además de todo esto, la escuela contaba con un microscopio óptico y una lijadora circular para el laboratorio metalográfico.
Con todos estos materiales, juan empezó a explicar y demostrar cómo era la preparación de muestras metalográficas, proceso del que los docentes tenían menos conocimiento del que yo imaginaba. Mientras todo esto sucedía, un grupo de docentes de 25 de Mayo se me acercaron y en el debate surgió la posibilidad de armar una serie de videos tutorial explicando el paso a paso en las muestras.
Algo en lo que se hizo hincapié fue en la forma de perfeccionar el método y la técnica en un ciclo de retroalimentación, donde uno se perfecciona a partir del otro, y cómo gran parte de ese perfeccionamiento pasa por lograr abaratar los costos o por encontrar alternativas caseras que se asemejen a los productos de primera que muchas veces son caros y difíciles de conseguir.
Cabe destacar que esta última parte de la presentación se hizo un poco a los apurones, ya que el almuerzo estaba listo y, como la escuela no tenia comedor, nos iban a dar de comer en un aula taller que luego sería ocupada por alumnes.
El almuerzo consistió en sanguches de carne de distintas variedades. Mientras comíamos, todos pudimos charlar con distintas personas. En mi caso estuve hablando con los docentes de 25 de Mayo, quienes me preguntaron cuál era el motivo de estos talleres. Les conté que esas capacitaciones eran parte de una idea cuyo primer paso era reactivar las escuelas industriales para generar mano de obra calificada, y que sean ellos quienes entren en contacto directo con la industria, y que sea la universidad quien proporcione los conocimientos necesarios para que así sea.
Una vez terminado el almuerzo fue el turno de Daniel, que había preparado una exposición sobre conformado plástico.
Uno de los problemas que tuvo Daniel fue que el grupo estaba bastante cansado. La jornada había arrancado muy temprano, y después del almuerzo costo mucho volver a activar la atención. Se veía claramente en las caras de los participantes y en los momentos para despejar dudas donde se generaban silencios.
Una herramienta que sirvió para poder volver a focalizar la atención durante un tiempo fue la implementación tanto de videos explicativos como de explicaciones en el pizarrón.
Además, había cierto desconocimiento sobre estos procesos de conformado, creo que en parte porque había cierto desconocimiento sobre la industria y los procesos que allí suceden. Esto quedó evidenciado cuando Daniel pregunto en distintos momentos del día por las empresas que estaban a los alrededores y en algunas ocasiones no obtuvo respuesta.
Al momento del cierre dieron unas palabras un docente de la escuela, la directora y la inspectora de la zona, siendo esta ultima la encargada de articular estas capacitaciones con las escuelas técnicas de la zona. Sus discursos fueron de agradecimiento y de reconocimiento sobre la importancia de que la universidad se acerque a capacitar a los docentes de escuelas técnicas, quienes a su vez serán los formadores de los futuros trabajadores de la industria.
El viaje de vuelta fue corto y en partes silencioso, el cansancio se había hecho notar y las reflexiones sobre lo realizado durante el día fueron tímidamente puestas en común.
Al llegar a la casa de Daniel nos estaba esperando su esposa junto a los perros, charlamos un rato, nos subimos al auto de Juan y volvimos a nuestros hogares.
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